La generación de energía y su coste en emisiones

Escrito por Greene

16 de marzo de 2015
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Como revelaba hace unos días la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la generación de energía se estancaron en 2014. Por primera vez en los últimos 40 años, la reducción de este gas de efecto invernadero no estaba ligada necesariamente a una recesión económica.

Las emisiones de CO2 que se contabilizaban en 32200 millones de toneladas emitidas en 2013 se repitieron con la misma cantidad en 2014. Este estancamiento se ha debido en parte, a la creciente inversión de China hacia fuentes renovables, como energías hidroeléctrica, solar y eólica. Y, por supuesto, a la disminución del uso de combustibles fósiles  para generación eléctrica como el carbón en centrales térmicas.

Durante 40 años, tan solo se han dado tres ocasiones en las que las emisiones de dióxido de carbono disminuyeran en comparación con las del anterior año o fueran muy similares. Estas fechas se corresponden con principios de los 80?, 1992 y 2009.  En estas tres ocasiones la reducción de dichas emisiones se relacionaba directamente con momentos de crisis económica. En 2014 en cambio se produjo un crecimiento económico mundial del 3%.

Según informes de la IEA, la crisis existente en los precios de los combustibles fósiles predispone a una puesta en marcha de nuevas medidas para avanzar en objetivos medioambientales a la par que en crecimiento económico y evaluar las necesidades de los sectores energéticos en China e India.

De esta forma, el uso de fuentes de energía renovables se hace cada vez más común y rentable como es el ejemplo de países como Noruega, cuyo abastecimiento de energía eléctrica proviene únicamente de energías renovables según datos de la IEA.

Otros de los objetivos a destacar para el futuro es la producción de energía primaria procedente de residuos municipales renovables. Así, conjuntamente a la producción de energía procedente de recursos renovables, se debe valorar de igual forma la eliminación de los residuos generados por la población. Es por ello, que nuevas técnicas de eliminación y valorización de residuos se abren paso en este campo más allá de procesos como la conocida incineración de residuos. De esta manera, procesos como la gasificación de residuos toman puestos al frente de la valorización de residuos orgánicos. Esta técnica permite una eliminación de residuos casi completa además de una producción de energía eléctrica y energía térmica que impulsa su rentabilidad.

Si bien gigantes de la gasificación de carbón ya han reducido mediante esta técnica emisiones de contaminantes, la gasificación de residuos proporciona energía y eliminación de residuos a un coste muy bajo de emisiones de gases de efecto invernadero.

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