Productividad y eficiencia de recursos, un camino hacia el desarrollo sostenible

Escrito por Greene

17 de abril de 2015
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El consumo de material doméstico se compone por la cantidad total consumida de materiales como combustibles fósiles, minerales y biomasa que se aplican directamente en la economía. Es decir, cualquiera de los productos que la sociedad consuma para satisfacer sus necesidades ya sea mobiliario, alimentos, materiales de obra, combustibles, etc. De esta forma, se obtiene un cálculo del flujo de material utilizado de forma regional o nacional, además de aportar información sobre las tendencias de importación y exportación.

Europa presenta hoy en día un modelo de desarrollo económico en el que se produce un crecimiento en el uso de recursos y un incremento de emisiones contaminantes progresivo. Por supuesto, esta situación no es sostenible a largo plazo. A día de hoy, la huella ecológica de Europa es el doble de su superficie terrestre y la Unión Europea (UE) sigue siendo muy dependiente de la importación de recursos. Como dato a destacar, en 2011 la UE importó casi el 60% de sus combustibles fósiles y  metales.

Actualmente,  la UE apuesta por un modelo a corto y medio plazo basado en la eficiencia de los recursos con su política de hacer más con menos , doing more with less. La eficiencia del uso de recursos juega un papel vital en un desarrollo económico dentro de los límites ambientales, además de los beneficios social y económico adjuntos.

Sin embargo, la complejidad para conseguir un uso eficaz de los recursos es elevada debido fundamentalmente a la variedad que poseemos: recursos renovables y no renovables, agotables o no, escasos y abundantes.

Por ello, la UE dispone de ciertos índices para evaluar la productividad que presentan nuestros recursos. El índice de productividad material o de recursos hace referencia al consumo de material doméstico junto al material exportado e importado y al Producto Interior Bruto (PIB). Este índice expresa el valor añadido de la materia prima en una economía en concreto. Por lo que, a mayor valor añadido en el material natural (€) por kg de materia prima, mayor productividad material.

Algunos datos nos arrojan luz sobre la situación europea en cuanto a productividad material.  Estos van desde 0,2 euros / kg de material en Bulgaria a 3,6 euros / kg en Suiza en 2012. Estas diferencias se explican en gran medida por la actividad del sector de la construcción, que domina el uso de recursos en muchos países.

A nivel europeo, entre 2000 y 2012 Europa aumentó la productividad de sus recursos de 1,34 euros /kg de material hasta 1.73 euros/kg respectivamente. De acuerdo con esto, la eficiencia de los recursos está experimentando una mejora con el uso y gestión sostenible de estas materias primas.  Sin duda, nuestra productividad supone en la actualidad un importante factor a tener en cuenta hacia un desarrollo más sostenible.

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