Tecnología de Gasificación de Residuos y Biomasa en el Congreso GSTC 2016 en Vancouver

Escrito por Greene

11 de noviembre de 2016
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 La empresa ilicitana Greene Waste to Energy, S.L. ha participado los días 16 a 19 de Octubre en el congreso anual que el Gasification and Syngas Technology Council, que agrupa a las 25 empresas más importantes del sector de la gasificación, celebrado en Vancouver- Canadá y en el que han participado más de 250 delegados. 

Durante este congreso, han sido presentados los avances más importantes que en el campo de la gasificación de carbón, residuos, biomasa, etc., que se han producido en el último año, así como los proyectos en marcha en distintas zonas del mundo y que abordan un horizonte de economías basadas en bajo consumo de combustibles fósiles. 

La gasificación sirve para valorizar en forma de energía la basura diaria, residuos industriales o de la agricultura, hasta incluso la propia poda de los árboles. Con una planta de gasificación se pueden convertir los residuos en energía aprovechable en forma de calor y de electricidad. 

A diferencia de la incineración, la tecnología de gasificación de Greene, es un proceso medioambientalmente más sostenible y respetuoso con el medioambiente. Esto es así porque la degradación del residuo se realiza en condiciones controladas y con muy poco consumo de oxígeno (4 veces menos que la combustión). 

 

 En la gasificación, la energía química contenida en la materia orgánica se convierte en energía química contenida en un gas. Este gas se puede utilizar como combustible para la obtención de energía en motores, turbinas de gas o calderas. Las cenizas pueden considerarse un residuo completamente estable (no generará otros subproductos en el futuro) o bien valorizarlas, usándolas como material de construcción, fertilizante, en la fabricación de vidrio, por lo que al aprovecharlas se habrá conseguido, en cualquier caso, minimizar considerablemente el volumen de residuo.

 

 El proceso de gasificación de Greene está protegido mediante patente mundial y por cada kilo de residuo que procesa obtiene aproximadamente 1 kilovatio de energía eléctrica y 1,5 kilovatios de energía térmica. ¿Por qué seguir tirando la basura a los vertederos y compramos combustibles fósiles (petróleo y gas) para producir 

energía?¿por qué queremos seguir contaminando el planeta habiendo formas de disminuir la huella de carbono de la actividad humana?.

Algunos países con una conciencia medioambiental consolidada desde hace años y que han decidido reducir su dependencia de los combustibles fósiles, como Finlandia y Suecia, son pioneros en el uso de estas tecnologías a gran escala y generan más del 20% de su energía a partir de residuos y biomasas, reduciendo así la huella de carbono. 

Greene, por su parte, es líder en la tecnología de gasificación en plantas de pequeña producción energética (entre 0,5 y 5 MWe), donde su competencia no es lo suficientemente competitiva por el tipo de tecnología que utilizan. 

Greene lidera la innovación de la gasificación en Europa gracias a la confianza mostrada por la Comisión Europea en nuestra empresa, financiando el desarrollo de tecnología que usaremos en el futuro, en concreto en el ámbito de la conversión de los residuos dela industria de la alimentación en energía eléctrica y en calor; el proyecto en concreto al que nos referimos es llama “Pilot plant for environmentally friendly animal by-products industries (PILOT ABP)”. 

Greene se encuentra acometiendo en la actualidad diversos proyectos en Croacia, España, Sudamérica, Asia y previsiblemente, se aborde el mercado estadounidense, a partir del gran interés mostrado en el Congreso GSTC2016 por la industria americana en la tecnología de gasificación de Greene. 

A pesar de que en España es casi imposible trabajar por las dificultades legislativas impuestas por el lobby de las industrias eléctricas y el gobierno al uso de las energías renovables, a partir del decreto que penaliza el autoconsumo, el famoso “impuesto al sol”, Greene confía en que finalmente se imponga la libertad de mercado y se favorezcan tecnologías como la de gasificación que entre otras, junto a un consumo inteligente y un reciclado eficaz; acciones que resuelven problemas como el de los vertederos, que en la actualidad son un dolor de cabeza para muchos municipios. 

Greene es una empresa que nace en 2011 de la iniciativa de cuatro emprendedores de Elche, químicos, y que en la actualidad cuenta con 20 empleados y el respaldo de un inversor privado de la Comunidad Valenciana y que, según se ha podido constatar en el reciente congreso celebrado en Vancouver, ofrece al mercado una tecnología madura, eficiente, a costes relativos razonables y que da respuesta a las necesidades de ayuntamientos, gestores de residuos, explotaciones agrícolas y otras industrias con consumos energéticos (calor y electricidad) elevados que quieren reducir la dependencia del petróleo y sus derivados. 

Para el desarrollo de algunos de sus proyectos innovadores, ha contado con el apoyo financiero del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), IVACE (Instituto Valenciano de competitividad Empresarial) y de la Comisión Europea a través de Horizonte 2020.

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